La palabra ‘sereno’, en español, deriva del latín ‘sera’, que significa ‘vigilante, guardián o guardia’. El término sereno, en algunos países y comunidades, se ha utilizado para referirse a un guardia o vigilante que patrullaba una determinada zona durante la noche con el fin de mantener la paz y evitar actividades delictivas.
En siglos anteriores, el sereno era una parte no importante, sino esencial, de la vigilancia nocturna de una ciudad. Los asentamientos españoles en el Nuevo Mundo encontraron grandes beneficios en tener serenos recorriendo las calles. Esto lo hacían para proteger a los lugareños y sus propiedades, especialmente de los merodeadores indígenas.
Hasta mediados del siglo XX, el sereno fue una parte importante de la seguridad urbana en Latinoamérica y España. El papel del sereno era asegurarse de que reinara la paz y la tranquilidad durante las noches. A menudo patrullaban las calles a caballo y estaban atentos a cualquier amenaza o persona sospechosa, informando de sus hallazgos a las autoridades.
Dada la necesidad y la demanda de vigilantes nocturnos en ciudades de España e Hispanoamérica, la profesión de sereno se hizo cada vez más popular, y muchas personas entraron en ella en busca de una fuente de ingresos decente y estable.
En el siglo XXI, la profesión de sereno ya está casi extinguida, aunque todavía existen algunos lugares en España y Latinoamérica donde se pueden ver serenos trabajando.
El avance de la tecnología inicia el declive del sereno
Para nosotros, cerrajeros San Vicente del Raspeig, el declive del sereno no se debe a que ya la sociedad no necesite de sus servicios, sino a la llegada de modernos equipos de seguridad y vigilancia, así como el surgimiento de diferentes cuerpos policiales. Aquí se incluyen equipos electrónicos e inteligentes y las empresas de seguridad privada.
Con el tiempo los roles y las responsabilidades del sereno cambiaron, y su tradicional figura se fue volviendo obsoleta.
Una vez que estos sistemas modernos se establecieron y se hicieron confiables, los encargados de velar por la seguridad nocturna ya no eran necesarios, ya que el trabajo anteriormente realizado por los serenos ahora lo podían realizar los sistemas mencionados.
Si bien, las grandes ciudades todavía están sujetas a robos y delitos menores, la mayoría de estos incidentes puede manejarse eficazmente por los departamentos de policía regulares, no necesitando un canal de seguridad adicional.
Sin embargo, en las pequeñas ciudades o en las zonas rurales aisladas, el sereno sigue siendo a menudo una necesidad, ya que proporciona un nivel de seguridad que ninguna otra forma de personal de seguridad puede igualar.
A modo de conclusión
El sereno es una figura intemporal, y su importancia para mantener la seguridad de nuestras comunidades no debe pasarse por alto. Es una forma única y a menudo olvidada de vigilancia urbana, que podría desempeñar un papel importante para garantizar la seguridad en algunos pueblos.
Ya que incluso pudieran actuar como un elemento disuasorio de la delincuencia, porque su sola presencia pudiera bastar para ahuyentar a posibles delincuentes o personas de mal vivir.